Cuantas veces nos hemos preguntado cómo organizar y darle forma a nuestros esfuerzos de comunicación o cómo empezar a comunicar la esencia de nuestro proyecto educativo sin caer en clichés mercadológicos.
En el tema de la responsabilidad social empresarial, se sugiere a las empresas que elaboren un estudio de materialidad como principio para implementar sus estrategias de comunicación. El estudio de materialidad te permita visualizar los temas relevantes en los que están interesados todos tus públicos, para de esta forma contrastarlos con lo que como empresa u organización estamos comunicando.
Otro modo de empezar a dar claridad y darle forma a nuestro Plan Integral de Comunicación PIC (El PIC incluye la promoción, publicidad, relaciones públicas y la comunicación interna), es partir de nuestra misión (lo que somos, nuestra razón de ser) y visión (a dónde queremos llegar).
En muchas organizaciones he visto que tener enunciados de misión y visión se vuelve un requisito más de la planeación, sin darle la importancia y sentido que merece, dejando de lado que para el logro de estos, es necesario la participación de todos los que colaboran en la organización.
Para empezar, te recomendamos los siguientes pasos:
1. PARTIR DE LO QUE YA TENEMOS.
Quizá tu institución se encuentre en la situación en que su misión y visión no han sido actualizados recientemente. Si no te encuentras en la necesidad de tener que volver a plantearlas (en otra entrega compartiré cómo elaborar una misión y visión involucrando a toda la comunidad educativa), ya que se sugiere que cada cinco años se lleve a cabo el ejercicio para actualizarla; podemos empezar a trabajar con la que ya tenemos.
2. ESCUDRIÑAR EL CONTENIDO.
Algunos enunciados de la misión y visión suelen ser muy rebuscadas. Cuando estamos en el proceso de redacción, tenemos la necesidad de no dejar fuera ninguna idea y nos da por querer incluir todo.
Aunque el anunciado se recomienda no exceda las cinco líneas -o como dicen los gurús de la administración: “que quepa en una camiseta”- en ocasiones el texto se convierte en un “mega párrafo” que a nadie le queda claro, por lo que será muy complicado lograr el propósito para el que fue redactado.
En este caso, te recomendamos desagregar las ideas que componen el párrafo, para que de esta forma tengas claridad a qué te estás comprometiendo y qué es lo que necesitas comunicar.
Te compartimos un ejemplo de misión:
“El colegio San Juan forma ciudadanos de excelencia y responsables con su sociedad a través de una educación de calidad y del compromiso de su planta de docente”.
En el caso de tu institución, identifica cada uno de las ideas que componen tu misión. Haz una matriz o en un Excel, separa cada una de los ítems para que puedas empezar a trabajar:
3. LA CONGRUENCIA ANTE TODO.
Me ha tocado ver frases en campañas de publicidad de instituciones educativas que no están alineadas con su misión y visión. Se recomienda que para que tus mensajes se escuchen más congruentes, es preferibles alinear estos a lo que te has propuesto en tu misión y visión, ya que la frase publicitaria se convierte en una poderosa promesa de venta.
Entonces, si la institución ha estado concentrando sus esfuerzos en “formar ciudadanos responsables con su sociedad”, pide a tu equipo de comunicación que encamine sus estrategias a posicionar esta ventaja competitiva de tu colegio.
No corras el riesgo de que un padre de familia acuse al colegio de incongruente cuando, por ejemplo, en su misión dice que son el mejor colegio bilingüe de la región, cuando sólo se imparten algunas materias en ese idioma.
4. PRIMER PASO: EL MENSAJE CLAVE.
Con este primer paso, ya puede ir estructurando tu plan de comunicación al establecer lo que llamamos el Mensaje Clave, que no es otra cosa que la idea principal que vas a transmitir con mayor fuerza a todos tus públicos, en especial a los padres de familia.
Después, puedes empezar a establecer los mensajes secundarios que apoyan a tu Mensaje Clave. Puedes ir complementando el ejemplo que te comparto en el punto 2 de este texto para que tengas más claridad sobre los qué, cómo y dónde desplegar tus estrategias de comunicación.
No olvides que una fortaleza de una comunicación responsable es siempre usarla para compartir lo mejor que como institución educativa ofreces a la sociedad.
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